Juicio sobre Babilonia
1 Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y delicada. 2 Toma el molino y muele harina; descubre tus guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa los ríos. 3 Será tu vergüenza descubierta, y tu deshonra será vista; haré retribución, y no se librará hombre alguno. 4 Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.
5 Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de reinos. 6 Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les tuviste compasión; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo. 7 Dijiste: Para siempre seré señora; y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería. 8 Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, tú que dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré viuda, ni conoceré orfandad. 9 Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos.
10 Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más. 11 Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente sobre ti. 12 Estate ahora en tus encantamientos y en la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu juventud; quizá podrás mejorarte, quizá te fortalecerás. 13 Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
14 He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten. 15 Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, los que traficaron contigo desde tu juventud; cada uno irá por su camino, no habrá quien te salve.
Versículos más Leídos de Isaías 47
Isaías 47:1
"Desciende y siéntate en el polvo,
virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra,
sin trono, hija de los caldeos; porque nunca más
te llamarán tierna y delicada."
Isaías 47:4
"Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos
es su nombre, el Santo de Israel."
Isaías 47:9
"Estas dos cosas te vendrán de repente en
un mismo día, orfandad y viudez; en toda su
fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud
de tus hechizos y de tus muchos encantamientos."
Isaías 47:14
"He aquí que serán como tamo; fuego
los quemará, no salvarán sus vidas del poder
de la llama; no quedará brasa para calentarse,
ni lumbre a la cual se sienten."
El significado de Isaías 47 de la Biblia
El capítulo 47 de Isaías presenta un juicio directo contra Babilonia, simbolizada como una mujer que experimenta la pérdida de su gloria y poder. El texto describe cómo su orgullo y confianza en la hechicería y la maldad conducen a su caída inevitable.
El mensaje enfatiza la soberanía de Dios sobre las naciones, recordando que nadie puede escapar a su justicia. La imagen de Babilonia sentada en el polvo representa la humillación de quienes desafían al Señor.
Además, este capítulo destaca que la sabiduría y la ciencia humanas son insuficientes sin la guía divina. Es una advertencia sobre las consecuencias del orgullo y la autosuficiencia, y una invitación a depender plenamente de Dios.
Preguntas frecuentes de Isaías 47 de la Biblia
1. ¿Qué representa la "virgen hija de Babilonia"?
La "virgen hija de Babilonia" simboliza la nación de Babilonia en su esplendor, ahora reducida a la humillación por sus pecados y orgullo.
2. ¿Cuál es el significado del juicio contra Babilonia?
El juicio subraya la justicia divina, mostrando que Dios no ignora el pecado, especialmente cuando afecta a su pueblo. También recalca la futilidad de confiar en la maldad y la hechicería.
3. ¿Qué simboliza el polvo y la falta de trono?
El polvo y la falta de trono representan la humillación total y la pérdida de poder de Babilonia, una nación que antes se creía invencible.
4. ¿Qué enseña este capítulo sobre el orgullo?
El capítulo advierte contra el orgullo desmedido y la confianza en uno mismo, recordando que todo poder humano es temporal ante la soberanía de Dios.
5. ¿Qué significa que los hechizos y encantamientos no salvarán?
Esto muestra la inutilidad de las prácticas ocultas y la dependencia de recursos humanos frente al juicio de Dios, enfatizando la supremacía divina.
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